A veces recuerdo ciertas asociaciones de protección animal
con cuyos ideales estaba muy de acuerdo en
forma, pero muy en desacuerdo en fondo. Es decir, sus objetivos me parecían
ideales pero sus maneras de gestionarlo y su ideología con respecto a los
animales, una verdadera porquería. Los perros no son ángeles, son perros, que
es muchísimo mejor aún que ser un puto ángel. Eso hace que tengan necesidades
de perro, no de ángel. Por otro lado: ignoro cuales son las necesidades de un
ángel.
Recuerdo mucho bla-bla-bla, especialmente sobre Podencos y
Galgos refiriéndose a que no son asesinos. Oh! No son ASESINOS! Oh! Oh!.
Acompañaban este tipo de slogan con una foto de un perro de caza con las fauces
abiertas a punto de trincar lo que fuese versus un perro de caza dormido en un
sofá.
(Vaya, meteré la innecesaria - me parece a mí- puntualización de que detesto y odio
profundamente todo lo que tiene que ver con los cazadores y su “deporte” y sus cobardes y bajunos métodos y su repugnante y
dañina estulticia)
Los perros de caza no son asesinos. Son depredadores, no distinguen
entre lo que hacen y lo que son y eso, es algo maravilloso.
Naná no sale a pasear para disfrutar del maravilloso paisaje
y del trino de los mirlos. Naná es una depredadora, Naná es cazadora. Sale a
hacer lo que sabe hacer, y es fascinante.
Tiene una paciencia infinita. Pero infinita. He estado
cuarenta y cinco minutos de reloj quieta junto a ella, que se había parado
inmóvil con el hocico apuntando a una madriguera, totalmente inmóvil, en un
pulso de paciencia, de nervios. Saldrá. Porque sabe que está ahí, y que tarde o
temprano no aguantará más la tensión. Y ahí estará ella.
Los faisanes, por ejemplo, entran en pánico relativamente
pronto y se traicionan con gran alboroto.
Ventea, rastrea y guarda en su memoria sus registros de
dónde ha encontrado qué y a qué hora sucedió, de manera que ella solita crea
sus patrones exitosos.
Recuerda que se puede encontrar en los cursos de agua, que
encontrar en los tocones viejos. En que maraña de zarzas, en que recodo. De día
en unos lugares, de noche en otros, estando los picos más interesantes siempre
al anochecer y al amanecer.
Aprende. No había visto una ardilla en su vida y ahora va
buscando por los árboles y a veces intenta subirse a ellos, con tenaz
inteligencia. Tampoco había visto un pato y ahora sabe –y me enseña- que al atardecer se acurrucan a dormir en los
bajos de los ríos y los canales, y que es fácil pillarles así en un renuncio,
al contrario de cuando están despiertos y se tiran al agua o vuelan, momento en
que los tiende a ignorar.
Me encanta como, en ciertos lugares, aprovecha los
desniveles del terreno tácticamente para encerrar y pillar por sorpresa a una
oveja. Va calculando mientras se pretende despistada y al pairo.
Justo al contrario y mucho más en corto, claro. Pero la foto me encanta. |
Su umbral de frustración es altísimo, es envidiable. No
conozco a un ser humano capaz de exhibir esa deportividad sin amargarse de
frustración e ira. Viviendo en un entorno rural, y yendo, necesariamente, con
correa, por metros y metros que tenga, todos los días, y todos es literal, se le cruzan cuatro conejos a los que no puede
perseguir, se arremolinan y desaparecen varias ardillas y los corderos balan a
su alrededor en los prados.
A todos los detecta, a todos los marca… todo se le escapa (puta
correa) y simplemente se mueve hacia adelante con un optimismo de acero,
a ver si quizás con el siguiente hay más suerte.
Hemos tenido el mes del conejo alelado. Así que en varias
ocasiones ya me ha dejado pasmada porque en un visto y no visto…venía con un
conejo trincado en la boca, hacia casa, con un trote orgulloso y feliz. Yendo con la correa corta.
Le digo que lo suelte, sube la carita, y me mira con ojos de
cansina y profunda incomprensión, pero me hace caso. Ipso facto plof! Lo deja
caer.
Y me pregunto qué me estoy perdiendo, lo subiría al coche? En
una excursión larga se cansaría y lo dejaría a un lado, o más bien lo portearía
con decisión los kilómetros que hiciesen falta? Al entrar en casa dónde lo
podría? En su cama? En el sofá? En el jardín? Que haría con él? Es para mí? Me temo que sí, pero sería muy largo relatarlo
ahora.
Su tenacidad según lo veo, es prueba de que para ella están muy
claros todos los pasos siguientes, y yo me los estoy perdiendo.
Casi todos los perros tienen un “je ne sais pas” carroñero.
Es así, no es bueno ni es malo. Naná pasa por encima de cualquier cosa muerta y
ni la mira. Tiene que menearse, amigos.
Lo que no me pierdo es estar a su lado en completo silencio
en el campo, y percibir así como se ralentiza el mundo, se abre otra dimensión,
que huele a agua, a tierra y a sol, como surge el siseo de las hojas, de la
hierba, como aparecen chasquidos entre el ramaje, un pequeño chapoteo, un visto
y no visto entre las ramas. He aprendido con ella a ver los pasos de los
animales entre las hierbas, a encontrar sus rastros, para mi invisibles, y para
ella tan evidentes.
Sabe que es, que tamaño y que sexo y que salud tiene, por
donde ha estado, cuando hace que ha pasado....
Miro a su lado en los rincones húmedos y sombríos. Encuentro
erizos, con ella, en la más completa oscuridad. Me fijo en lo que ella se fija
y veo cosas que sin ella jamás hubiese visto, la sigo y entro en un mundo que
no percibía. Su mundo.
Esto creo que es importante:
La vida del depredador no es una vida de gloria y dominación,
como tan a menudo se da a entender, sino una vida de paciencias y dolencias.
Porque: Todo lo que no huye y se esconde de una forma altamente exitosa se
defiende a su manera, siempre muy dañina y eficaz.
Según mi conocimiento
directo Naná se interesa por:
Moscas
Arañas
Lagartijas
Sapos
Salamanquesas
Ratones
Ratas
Conejos
Gatos
Faisanes
Palomas
( aquel reflejo naranja era un zorro?)
Patos
Erizos
Gaviotas
( yo diría que estamos detrás de un tejón)
Ardillas
Conejos
Corderos
Ovejas
Carneros
Con las vacas ya no se atreve.
Naná Cazadora, y luego sí, duerme como una bendita en el
sofá. Pero si es mi cama!
Desde luego, se ve a la legua vuestra compenetración en esto de salir en manada (de dos) por el campo para realizar un repaso de todo lo que aparece delante de vuestra mirada curiosa. Por lo que cuentas, vivís el momento de cada paso, registrando todos lo rincones más recónditos de modo recíproco, por que a cada paso, también os miráis con complicidad para actuar en equipo.
ResponderEliminarMe ha gustado tu aventura diaria acompañada de tu gran amiga canina y, como no, haber sentido esa relación que me recuerda de la infancia, esos momentos de paseo con mi perro que, al fin y al cabo, era el encargado de dirigirme hacia casa cuando me perdía. Me fijaba tanto en él, despistándome de tal manera, que no encontraba el camino de regreso. Tarzán, que así se llamaba, me aguardaba en cada recodo sin perderme de vista.
Supongo, que tendrás que solucionar esas dudas que tanto mal te dan.
Es una buena oportunidad para otra interesante entrada.
Huy...se me ha olvidado despedirme.
ResponderEliminarEs que, me emperro con mucha facilidad con esto de loa animales...
Un abrazo Eve.
Me temo que somos una mini-manada que va incordiando ( pero poquito, eh?) a la fauna de por aquí. No me seas puñetero ;) si, fascinada como vivo por los comportamientos de Nana, me corroen esas dudas, pero como al fin y al cabo yo soy responsable de ella, creo que no podría dejar que matase nada. Dudas, dudas. Esos conejos alelaos evidentemente se mueren, me digo que dejar que Nana atrapase uno seria hacer su agonía más breve, al fin y al cabo. Dudas. También me digo que si permito que atrape uno, me lo tendría que comer. Sería lo lógico.
ResponderEliminarPero también me digo que no paso hambre para jorobar a un animal salvaje. Y Nana tiene sus chustas. Dudas. Me digo que será la comida de los cuervos y de los insectos. Anda que no le doy vueltas!
Me interesaría mucho tu opinión al respecto, que sabes muuuucho más que yo de estas cosas.
Yo no intervengo. Lo aprendí a las bravas con lo que a mi se me antojó una gaviota gigantesca ( un albatros?) que fue a cazar una paloma. Mi intervención creó un resultado lamentable con el que nadie salió ganando y del que yo me tuve que hacer cargo.
No intervengo más, no señor, a no ser que sea un animal herido que este en apuros ( mi casas son, y han sido las casas de reposo de muchos gatitos, perros y gorriones). Aquí hace poco estuve en contacto con la RSCPA para que se incautaran a un caballo que estaba en un estado lamentable, yo, como particular, no tenía medio ninguno de ayudarle. Se portaron de lujo, si señor.
Ay, los animales de la infancia, esos recuerdos son tesoros. Hazle un post a Tarzán…yo me lo he imaginado blanco y negro, me he imaginado un atardecer caluroso y dorado, vaya usted a saber porqué.
Gracias por tu interés!
Un abrazo, Javier!
Yo veo, que sois una gran pareja de dos; como diría aquél por la gran compenetración en la búsqueda de lo que sea. Seguramente para la perra sean esas posibles presas y, para tí la satisfacción de alimentar tu mirada por los rincones naturales (pienso).
ResponderEliminarClaro, el instinto cazador de los animales viene de serie en los genes. los animales no son culpables de nada, puesto que obedecen al estímulo de la oportunidad para alimentarse aunque tengan el menú programado en casa.
Con un poco de suerte, puede que los conejos capturados sean; o muy jóvenes e inexpertos o tal vez, estén enfermos. Por supuesto, como bien dices, nada queda inservible en la naturaleza. Una muerte no consumida por su predador pasa a la siguiente linea de consumidores oportunistas y carroñeros para dar buena cuenta de los restos.
Respecto a lo que comentas de la paloma, ya que tamaños de gaviotas los hay de todas las medidas, creo que podría tratarse de alguna gaviota patiamarilla que son más comunes y aceptan mejor la presencia humana, además, suelen dar bastante caña a las palomas. Te dejo un enlace para que puedas ver si tiene similitud con tu observación: http://miazuldemar.blogspot.com.es/2015/06/gaviota-cazadora.html
Tendrá que ser como piensas, a la hora de actuar, cuando tengas oportunidad de atender a un animal herido que no sea la posible presa de un predador que trata de alimentarse. A mí me cuesta trabajo cuando veo una escena, desear suerte a cualquiera de los dos. La vida es así, y ellos, han de trabajar sus posibilidades a la hora de comer y no ser comidos.
Respecto a lo de Tarzán, tengo una entrada en mente muy, muy antigua pero, con l que me cuesta contestar a los comentarios (eso sí, los contesto todos), ya puedes imaginar a la hora de meter una entrada ¿Será cansancio por el trabajo, será vagancia...? Ves, también me surgen dudas muy duras jaja...,(lo intentaré...)
Otro abrazo.
Hola de nuevo, Javier y gracias por esta micro conversacion. Agradezco mucho las ideas y los puntos de vista ajenos.
ResponderEliminarSupongo que cualquier dia de estos la dejaré cumplir su ilusion diaria a ver si tengo tripa yo para ser observadora imparcial. Es el animal que es y por eso la quiero tanto. A veces me pregunto que extraño animal soy y, pero no me quiero poner filosofica- pesadita!
Wow! Y caña, si señor, las fotos son impresionantes...en plena acera! Pero la gaviota (?) que yo vi era mucho mas grande, planeaba sobre la gente emitiendo nos graznidos de aupa de manera que nos agachabamos.
Sera cansancio, sera vagancia...:)... sera que muchas veces ( al menos para mi) hay cosas mucho mas interesantes que hacer en el tiempo libre de uno que sentase delante de la pantalla... Pero tienes un blog la mar de interesante, hombre. ( y yo que me habia creido el cuento de la energia eolica...) Haz esa entrada a Tarzán algun dia, cuando te salga!
No te quiero robar mas tiempo..un abrazo!
La energía eólica necesita los puntos más altos de las sierras, y ello, significa un impacto visual muy agresivo. Hay que obrar deshaciendo montes para transportar las torres; también construir un lugar (subestación eléctrica) para distribuir la energía generada por los molinos. Además, hay que hacer nuevos tendidos eléctricos con sus correspondientes torretas de alta tensión. Imagínate más y más tendidos eléctricos por doquier. La eólica me parece una gran mentira y un negocio captador de subvenciones.
ResponderEliminarTendré en cuenta la historia con aquel maravilloso y querido pastor alemán.
Un abrazo.